12/08/2004

Luisa: Hoy cumplo años y muero (Segunda parte)



El hijo del hombre
René Magritte
1964


Conocí a Ginebra el día que el cable del metrocable se rompió. Yo permanecía en la estación y ella estaba en la boca de las aguas. La miré a lo lejos mientras ella fluía con el río y mientras ochenta cabinas se aceleraban libremente en una caída que finalizó con un saldo de 240 muertos y el completo derrumbamiento del muro donde reposaba ese vetusto graffiti

"Gracias Don Luis por esta magnífica obra".

Un mes después la ví, Ginebra me pregunto la hora y yo le respondí durante 2 años la misma cosa:

- Son las ocho de la mañana ¿Dormimos juntos esta noche?-

Ginebra me abandonó y volvió a trabajar como la amante del narco de turno, pero me dejó a Luisa.

-Ella se fué a Ginebra, Luisa...

Luisa jugaba con muñecas mientras me preguntaba el nombre de su madre: Anastasia, le mentía constantemente.

Le mentí durante tantos años... Jamás me atreví a decirle que no era mi hija, que era la hija de Ginebra y un pelafustán del barrio...

Mi mamá Anastasia vive en Ginebra. Y mi papito me quiere mucho.

No sé porqué le mentí...

No lo sé...

Del miedo la equivocación...
De la equivocación el arrepentimiento...
Del arrepentimiento el orgullo herido...
Del orgullo herido el resarcirse...
Del resarcirse la confusión ...
De la confusión el desconocimiento...