12/14/2004

Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada, un segundo antes de despertar.



Sueño causado por el vuelo de una abeja alrededor de una granada, un segundo antes de despertar.
Dalí
1944


Ayer, releyendo el Bestiario de Don Julio Florencio, ví en su portada un detalle de este cuadro. El detalle visto correspondía a la granada de la que sale el pez, de cuya boca sale un tigre y de sus fauces sale otro, el que al parecer caza una escopeta presúntamente a punto de disparar una bala sobre algo, lo cual recordé, era Galatea dormida. Galatea es un eslabón de la cadena: Ella sueña la granada, de la que sale lo demás, y lo demás vuelve a Galatea. El elefante zancudo: Un satélite, un complemento. El témpano de hielo el soporte y el pequeño detalle, casi pueril, el génesis verdadero: La abeja revoloteando sobre una granada. Todo escenificado en lo eterno que pueda aparentar ser una gran masa acuosa debajo del cielo cerúleo.

Nunca había pensado tanto en Dalí.

Me recordó este cuadro a un tal Jorge Luis, quien escribió acerca de un tal Bahamut, el cual es un pez que nada en aguas sin fondo, sobre el pez un toro y sobre el toro una montaña de rubí y sobre ella un ángel y sobre él seis infiernos y sobre ellos la tierra y sobre la tierra siete cielos. El buen Jorge Luis (Su abuela le decia Georgie) no escribió tanto sobre el Bahamut como de lo que el soporta.

No se compadezca del Bahamut, no tiene que soportar mayor peso si se tiene en cuenta que, como lo dice el buen Georgie, todos los mares de la tierra en sus fosas nasales serían como un grano de mostaza en el desierto.

Compadezcase de uno de los tigres:

Un segundo después de ver el cuadro la escopetá disparará, la granada se cerrará para desaparecer, el pez se introducirá en ella cerrando la boca, ingeriendo al tigre que ingerirá a su vez al otro, el cual verá la escopeta inalcanzable ya humeante por el disparo que acabó con el sueño de su protegida Galatea...

¿Y el elefante zancudo?

12/12/2004

¿Glimaqte ticzé amblastrec?



Henri Matisse
Bathers by a River
1909, 1913, y 1916

Dos dinosaurios desayunan tostadas hechas con harina de eucalipto en salsa de helechos azules. Beben sangre fermentada refrescando sus gargantas y leen los periódicos en la terraza. Piensan en que el índice de extinción es sólo una medida para asustar a los incautos.

-Eso no existe-, dicen ellos.

Están escuchando Radio Bronto, la número uno de la información:

-En otro lado de las noticias, ayer firmó su contrato el jugador dinoqueño Oclú Pérez de Bronquisauria, quien militará en el Deportivo Rexiquisolonia, de ciudad Pangea-

¡Que orgullo!

Una dinosaurio pasa pidiendo migajas de tostadas hechas con harina de Eucalipto,desea mitigar el hambre, duda sobre comerse o no un mamífero que lleva en un costal. Le da asco hacerlo porque ese mamífero no tiene pelos y es un bípedo inmundo, ante lo cual prefiere seguir en pro de la limosna. Mira a los dos dinosaurios desayunar y beber sangre fermentada, solicitando las apetecibles migajas, se entera de la noticia, la cual cunde por el país de nueva Omnibigea: Se emociona y una lágrima parecida a la de un cocodrilo enjuaga su escamosa mejilla.

El gran T-Ren ®, técnico del Rexiquisolonia piensa en dejar de fumar hojas de helecho. Eso afecta su pulmón, y ya se siente muy mal. Tose sin parar y justo después de que casi desfallece, llega Oclú Pérez de Bronquisauria, y en Neopanglonés le dice:

-Gla glom Oclú, ¿Glimaqte ticzé amblastrec?

-Gla glom. Amblastrec glom, T-Ren ®- Responde Oclú

Oclú piensa que el Neopanglonés no es difícil: Se puede hablar con perfecto acento dinoqueño sin que ello implique la pérdida de claridad. Esta muy alegre y de verdad tendrá éxito en el equipo, aunque una bruja de Rexdronia le haya vaticinado morir por el hueso de un mamífero bípedo sin pelos atorado en su tracto digestivo, en medio de un partido de fútbol, perdiendo la oportunidad de hacer el gol que lo consagraría como el más grande de todos los tiempos.

12/09/2004

Luisa: Hoy cumplo años y muero



L' art de vivre
René Magritte


Las cosas han cambiado. Somos tantos en el mundo que la muerte llega en este tiempo sin razón alguna. Una hormiga menos en el hormiguero.

Atrás, enterradas quedaron expresiones como:

-Se murió porque era muy bueno para este mundo...
-Ya no sufrió más...
-Se lo merecía por ser tan...

Hoy uno se muere y listo, nadie dijo nada...

Bueno, hoy he decidido morir y Luisa, justo antes te voy a llamar. Tengo un papel de los que ya no se consiguen con tu teléfono anotado.

120900780780 es tu número...

Hablaré del día que te vi por tercera vez, estabas indefensa en los brazos de tu monstruosa madre.

Te confesaré haberte querido como nunca jamás habría pensado hacerlo.

Recordaré el día que evité que te comieras el helado de chocolate que te había enviado tu madre, el que tenía veneno.

Habré de contarte que el día que te confesé todo, quería hacerlo porque una mentira turbaba mi mente, no quería que te fueras sin saberlo.

Recordaré a mi abuelo Otaner, nunca te he contado que nació en el mismo día de diciembre en el que nací, ochenta y nueve años atrás...

Te preguntaré por mi nieto, porque soy tu padre: Luisa, hoy cumplo años, te llamo y muero.

12/08/2004

Luisa: Hoy cumplo años y muero (Segunda parte)



El hijo del hombre
René Magritte
1964


Conocí a Ginebra el día que el cable del metrocable se rompió. Yo permanecía en la estación y ella estaba en la boca de las aguas. La miré a lo lejos mientras ella fluía con el río y mientras ochenta cabinas se aceleraban libremente en una caída que finalizó con un saldo de 240 muertos y el completo derrumbamiento del muro donde reposaba ese vetusto graffiti

"Gracias Don Luis por esta magnífica obra".

Un mes después la ví, Ginebra me pregunto la hora y yo le respondí durante 2 años la misma cosa:

- Son las ocho de la mañana ¿Dormimos juntos esta noche?-

Ginebra me abandonó y volvió a trabajar como la amante del narco de turno, pero me dejó a Luisa.

-Ella se fué a Ginebra, Luisa...

Luisa jugaba con muñecas mientras me preguntaba el nombre de su madre: Anastasia, le mentía constantemente.

Le mentí durante tantos años... Jamás me atreví a decirle que no era mi hija, que era la hija de Ginebra y un pelafustán del barrio...

Mi mamá Anastasia vive en Ginebra. Y mi papito me quiere mucho.

No sé porqué le mentí...

No lo sé...

Del miedo la equivocación...
De la equivocación el arrepentimiento...
Del arrepentimiento el orgullo herido...
Del orgullo herido el resarcirse...
Del resarcirse la confusión ...
De la confusión el desconocimiento...