Dientes (Afuera-Adentro)

VASILY VASILYEVICH KANDINSKY
Autumn in Bavaria
1908

Dientes afuera.

-Si. Yo soy fuí la novia de Tomás Espera. Tenía 15 años cuando nuestra relación comenzó. Ahora tengo 21: Hace uno el noviazgo acabó. El fuma y bebe en demasía. No lo soporté. O era el tabaco y el alcohol o era yo, la selección hecha es clara. El muy irresponsable me respondió, con un hálito alcohólico y una neblina nicotinezca: A mi no me cambian, si quiere un cambio consiga otro. Lloré amargamente pero ahora estoy bien. Ingresé a un grupo de una religión Gnóstica-Hare Krisna Hare-Antisatánica. Cambió mi vida. ¡Vea! Justo ayer doné todas mis joyas, el pastor las necesitaba para construir una bodega más grande para nuestras reuniones. Ya no escucho la música que a Tomás le gustaba. Mi música favorita hoy por hoy es el Gore Rosa. Anteayer estuve en un concierto de los Desangrados de Emaús. Fué espléndido.

Dientes adentro.

-Si. Cometí ese error. Yo fuí la novia de Tomás Espera. No me importaba si fumaba o bebía, el simplemente me mentía. Me mentía todas las noches, especialmente a las 8 cuando dejaba de hacerme el amor: Me decía que me amaba y eso no se lo creía. Eso no se lo creo a nadie. Aunque me abrazara mientras dormíamos, aunque lloró el día que me vió con otro, aunque todos los días me hiciera reir sólo por no verme deprimida, aunque hubiera peleado con su mamá defendiéndome. Esa bobada que llaman amor no es más que un acervo de síntomas pasajeros que usualmente atacan el hígado y transtornan la mente. Ahora estoy en una dizque escuela de una religión Gnóstica de ni se que cosas. Allí está Rogelio Aguas. Ese tipo si me gusta, quiero tener sexo con él y ya, auque tenga que soportar ese maldito Gore Rosa que tanto le gusta. Anteayer estuve en un concierto de unos tales Desangrados de Emaús: Solo les entendía ¡Galileo Figaró!. Bueno, Rogelio es un buen hombre, ¡Pero que vá!. Que me envuelvan el corazón y que lo corten en pedacitos, las salchichas de la cena necesitan un sabor diferente. Y las bagatelas que "doné" espero recuperarlas esta noche, una sabe como manejar a los pastores: Se les mete uno a la oficina y la inocencia se despliega, un escote y listo: ¡A la cama! y las joyas de nuevo mías. Lo que una hace por engañar. Bueno, digamos que yo no engaño, oculto verdades.